POR: Carlos Capdepón
Los betaglucanos proporcionan multitud de beneficios para nuestra salud: ralentizan la absorción de glucosa en nuestros intestinos mejorando nuestra digestión; alimentan a nuestra microbiota, sirven para producir hormonas intestinales encargadas del control del apetito y la saciedad, tienen efectos anti-cancerígenos por su capacidad de regulación de la inflamación vía inmunoestimulación, y un largo etcétera.
Para entender su mecanismo de acción y su importancia es necesario saber qué son los betaglucanos: Son un tipo de polisacáridos que tienen varias cadenas de azúcares individuales (monosacáridos) de enlaces tipo beta (?) y se les considera fibra dietética soluble que realiza una función estructural, debido a su resistencia a la digestión en el intestino delgado ya que no es digerible por las enzimas humanas, como la celulosa.
Los humanos perdimos hace mucho tiempo la capacidad de digerir la celulosa debido a la falta de las enzimas necesarias para romper los enlaces beta (?). De ahí el pequeño tamaño de nuestro apéndice que sirve más bien como reserva de microorganismos para el mantenimiento de la microbiota intestinal ante infecciones y antibióticos.
Por el contrario, el almidón es un polisacárido también pero de tipo alfa (?) y su función es la de reserva energética, de ahí que sea carbohidrato digerible.
Nuestra sociedad occidental industrial está ?excesivamente azucarada? al proporcionar multitud de productos refinados (no integrales) con carbohidratos de absorción rápida, lo que provoca picos de glucosa en sangre y resistencia a la insulina a largo plazo. Además de un desequilibrio metabólico por destrucción de la microbiota intestinal al ser tratados los alimentos en origen con pesticidas y antibióticos, desembocando en inflamación crónica de bajo grado al ir perdiendo la capacidad de auto-regulación del sistema inmunológico.
Los betaglucanos se encuentran en las paredes celulares del endosperma de los cereales, la levadura de panadería, ciertos hongos y setas, y bacterias. Dan consistencia al bolo alimenticio ralentizando la digestión del mismo y alimentan a nuestra microbiota intestinal que sí es capaz de digerirlos.
Todo esto propicia una gran cantidad de beneficios de los betaglucanos:
Mejoran el tránsito intestinal al darle mayor consistencia al bolo alimenticio ralentizando su digestión;
Regulan los niveles de glucosa precisamente al disminuir la velocidad de absorción de los carbohidratos digeribles;
Al reducir la velocidad a la que los niveles de glucosa en sangre aumentan después de una comida, mejoran la respuesta a la insulina;
Regulan el colesterol, al reducir sustancialmente los picos glucémicos;
Proporcionan más nutrientes, al favorecer una absorción de nutrientes más gradual y completa con la colaboración simbiótica de las enzimas de la microbiota;
Proporcionan saciedad y reducen el apetito, gracias a que facilitan la producción de las hormonas intestinales encargadas del control de la saciedad y el apetito,
Facilitan el ayuno, activando y mejorando la respuesta inmune a través de un aumento de la producción de ciertos componentes del sistema inmunológico, como los macrófagos y las células natural killer, lo que contribuyen a una mayor eficacia en la destrucción de células tumorales y agentes infecciosos.
Los betaglucanos de los hongos tienen una proporción de enlaces ?(1,3) y ?(1,6) superior al resto de otras fuentes, lo que les confiere mayores propiedades ?medicinales? al actuar sobre nuestro sistema inmunológico innato, es decir, el ancestral. Su actuación es mucho más rápida que la del sistema inmunológico adaptativo, lo que permite al organismo recuperar el equilibrio de la salud en menos tiempo.
Es esencial elegir una marca que sea transparente en cuanto a sus ingredientes, su origen y su calidad. Si una marca no lleva el sello ecológico y no es clara con estos aspectos, es probable que esté ocultando algo al consumidor. Existen marcas reconocidas con larga trayectoria que no siguen estos principios.
Los beneficios de los hongos de alta calidad se aprecian con el consumo acumulativo de pequeñas dosis diarias.
En COKARE, nos esforzamos diariamente para ser más transparentes, proporcionando información al consumidor sobre cómo diferenciar los productos disponibles en el mercado y la filosofía de marca detrás de los mismos. De esta manera, el consumidor puede elegir lo mejor para su familia con total confianza.
Bibliografía :
Betaglucanos y cáncer: la influencia de la inflamación y el péptido intestinal
https://doi.org/10.1016/j.ejmech.2017.09.013
Efectos inmunomoduladores de los betaglucanos fúngicos: del uso tradicional al uso médico
https://doi.org/10.3390/nu13041333
Efectos antitumorales de (1-3)-D-glucano de Saccharomyces cerevisiae en ratones portadores de tumores S180
https://doi.org/10.1016/j.ijbiomac.2016.10.106