POR: Carlos Capdepón
Guía básica de introducción a los hongos adaptógenos
Los hongos adaptógenos son aquellos que ayudan al cuerpo a adaptarse a los cambios ambientales y estrés, equilibrando el metabolismo y mejorando la resistencia física y mental. Son un grupo de setas beneficiosas para nuestro organismo y no actúan en un sentido único, sino que ayudan en la dirección necesaria para restaurar nuestro equilibrio. Ni tienen contraindicaciones, ni dosis máxima.
Al igual que hay hongos que son perjudiciales para la salud, de forma que la cuarta parte de los alimentos mundiales están contaminados por micotoxinas[1], también hay hongos adaptógenos como el Shiitake (Lentinula edodes), o la Cola de Pavo[2] (Coriolus/Trametes Versicolor), con enzimas que las desactivan[3] contrarrestando su toxicidad.
Los hongos adaptógenos más conocidos son:
El creciente interés por las setas se debe, por un lado, al movimiento vegano/vegetariano, que ha rescatado a las setas como otro alimento de origen no animal valioso; y, por otro lado, el cultivo ecológico ha devuelto a los hongos su importancia en la producción, ya que los cultivos con presencia de hongos no patógenos permiten mayor absorción de agua y reparto de nutrientes de los suelos, así como protección ante los patógenos.
Ayudan en la dirección necesaria para restaurar nuestro equilibrio
Es crucial que los hongos sean cultivados ecológicamente[4] en su entorno natural, controlando la contaminación cruzada por el aire y la lluvia. Los hongos, como recicladores naturales de la materia orgánica e inorgánica, absorben todo lo que hay a su alrededor, lo que incluye toxinas radiactivas y tóxicos artificiales, que pueden pasar a nosotros al ser consumidos. Hay quienes dicen solventar esto produciendo en naves industriales estériles, lo que resulta en menor densidad de micronutrientes y calidad del producto. Lo mejor es que dispongan de certificado ecológico europeo.
Cada hongo está considerado bien como alimento o bien como complemento alimenticio, lo que se traduce en diferentes obligaciones, etiquetados, comercialización, etc. y una mayor confusión para el consumidor neófito. La calidad del producto no sólo radica en su producción ecológica certificada, sino también en el procesado posterior. El micelio seco y pulverizado es el producto de menor calidad y con la concentración más baja. Los productos hechos a partir del cuerpo fructífero o seta, tienen una mayor concentración y, si además pasan por un proceso de doble extracción de compuestos hidrosolubles y liposolubles, su concentración es varias veces mayor, siendo los productos de mayor calidad y densidad de compuestos biodisponibles.
Y por último mencionar que tenemos receptores sensoriales específicos al sabor característico de las setas: el "umami" o "sabroso". Tenemos aún mucho por descubrir sobre los beneficios de los hongos[5].
Fuentes:
Artículo publicado en Bio Eco Actual.¿Qué son los Hongos Adaptógenos? BioEco Actual nº119 enero 2024, pág. 24