POR: Camila Loew
¿Cómo empieza tu día? ¿Te despiertas con una desagradable alarma y te vas arrastrando poco a poco para salir de la cama y leer tus correos antes de abrir tus ojos por completo? ¿O te sueles quedar dormido posponiendo la alarma tantas veces como para hacerte un simple lavado de cara y darle un sorbo de café intenso antes de salir corriendo por la puerta con el estómago vacío?
La forma de empezar la mañana puede condicionarnos el resto del día. En este mundo contemporáneo, las personas se acuestan demasiado tarde, duermen mal (debido al excesivo tiempo delante de una pantalla) y como consecuencia, no están descansadas por la mañana. Si eres uno de los pocos afortunados que madrugan sin esfuerzo, también es importante ver cómo gastas la energía que tienes al despertarte para preparar el día que te espera por delante.
No tenemos nada en contra del café. En Cokare, aunque muchos somos amantes de té, otros miembros son aficionados al café, pero intentamos combinar el impulso de la cafeína con otras formas más delicadas de autocuidado que se han adaptado y adoptado de la antigua sabiduría de Asia Oriental. Dedicar unos minutos a uno o varios de estos rituales matutinos puede conformar una base más sólida para tus niveles de energía y bienestar con el paso del tiempo. Si te acostumbras a estas pequeñas formas de autocuidado, puedes crear armonía, orden y estabilidad en tu vida.
En la medicina tradicional china, el elemento Tierra, en los órganos Bazo y Estómago, es el encargado del equilibrio para mantener los niveles de energía. Se nutre de la constancia y la regularidad. Un rutina matutina puede fortalecer y favorecer este elemento y los órganos que lo componen, y nos ayuda a mantener nuestros niveles de energía cuando se asimilan de manera adecuada los nutrientes que consumimos.
Hidratación: nos levantamos después de muchas horas sin beber agua, mientras el cuerpo ha estado realizando sus funciones de reparación. Beberse un vaso de agua caliente a primera hora de la mañana es una forma estupenda de rehidratarse, estimular el metabolismo y poner en marcha las funciones de digestión y limpieza. Si le añades el zumo de medio limón, estarás dándole un poco de cariño extra a tu hígado.
Movimiento: en las ciudades asiáticas es muy habitual ver a la gente haciendo estiramientos suaves como el taichí y el chin kung en los parques a primera hora de la mañana. Esto tiene mucha lógica, ya que el cuerpo ha estado inactivo durante la noche y al estirar desparece la rigidez, se libera la tensión poco a poco y se activan los músculos, así como los órganos y el cerebro.
Calor: además del agua caliente que hemos mencionado con anterioridad, desayunar algo caliente, como unas gachas de avena, es una forma maravillosa de nutrir el cuerpo y darle energía para que aguante hasta la hora de comer.
Adaptógenos: si añades en tu bebida matutina los suplementos naturales de hongos de Cokare, potenciarás y mejorarás las funciones del cerebro. Los adaptógenos ayudan al cuerpo a autorregularse y estimulan y relajan el sistema nervioso sin excitarlo en exceso.