BY: Carlos Capdepón
Guide to Lion's Mane, the adaptogenic fungus Hericium erinaceus.
El cuerpo fructífero o seta del hongo Melena de León es como una bola de pelos grandes blanco/amarillentos que sale de los árboles, de ahí su nombre más popular en occidente.
Lo que aparece en el listado posterior de los productos que lo contienen, es su denominación taxonómica en latín: Hericium erinaceus, que significa erizo por partida doble.
Se desarrolla al final del otoño y se ha convertido en el hongo más popular en la actualidad por sus propiedades en relación con el eje microbiota-intestino-cerebro, y las diversas mejoras de salud que produce su consumo.
1º: El consumo de antibióticos artificiales de amplio espectro (o de acción indiscriminada) afectan negativamente a la biodiversidad de nuestros micro-organismos intestinales: la microbiota[1]. Los hongos, (ecológicos[2], por supuesto), tienen unos polisacáridos complejos naturales que no son digeribles, excepto por la microbiota, siendo aún mejores prebióticos[3] que los almidones resistentes a la digestión.
2º: El consumo de todo tipo de alimentos no ecológicos puede incluir diferentes tipos y cantidades de pesticidas biotóxicos, entre los que se incluyen los neurotóxicos, que ?en teoría? sólo afectan a los micro-organismos e insectos, pero también afectan a las neuronas de los intestinos[4] responsables de los movimientos peristálticos encargados de mover el bolo alimenticio durante la digestión.
3º: Además, hay otros neurotóxicos como el alcohol que destruye las vainas de grasa que recubren las neuronas: la mielina, produciendo pérdida de sincronicidad en su comunicación. Los azúcares simples también son neurotóxicos. De hecho, al Alzheimer ya se le empieza a denominar Diabetes Tipo 3[5]. Y por supuesto, el estrés, que puede activar mecanismos todo tipo de trastornos autoinmunes que incluyen la autodestrucción de las neuronas.
Y así es como nos ayuda el hongo de Melena de León: activando los genes encargados de la generación de nuevas vainas de mielina y la reparación neuronal[6], actuando sobre el eje microbiota-intestino-cerebro. Actúa no sólo reparando el nervio vago, sino actuando de forma preventiva ante los deterioros cognitivos.
También hay otro factor de mejora que se nota en nuestro rendimiento intelectual, produciendo mayor lucidez, mejorando la memoria y la concentración, ayudándonos a tomar mejores decisiones.
Es un hongo que tiene beneficios[7] en todas las etapas de la vida. Durante la infancia porque nuestro cerebro se está desarrollando. En la vejez para retrasar su deterioro. Y durante el resto de nuestra vida para facilitarnos la adaptación a los cambios y resistir todas las agresiones que recibimos por todos lados.
En mi caso personal, lo tomo por la mañana con agua caliente, sal marina y aceite de coco, para mantenerme en cetosis y tener mayor lucidez mental sin romper el ayuno, además de para prevenir mi futura destrucción neuronal del hipocampo, (la memoria a largo plazo), ya que he sido alérgico crónico por más de 30 años y con temporadas con insomnio, lo que me ha producido el ?olvido? de muchos episodios de mi vida.
¡Es mejor prevenir que curar!
References: